Tepoztlán y sus plantas medicinales, comestibles, ceremoniales y otras

Tepoztlán es un lugar en donde desde hace siglos la cultura y la naturaleza mantienen una relación activa. Los cerros que abrazan a cada uno de los pueblos de este municipio, los diversos ecosistemas que lo integran, y la gran cantidad de plantas y animales que habitan este territorio, son esenciales en las tradiciones y la vida diaria de sus comunidades.

En lo que se refiere a la flora del lugar, un esfuerzo por registrar y catalogar las plantas “útiles” de Tepoztlán, concluyó que existen por lo menos 346 especies de plantas que se utilizan con fines medicinales, alimenticios y ornamentales, entre otros. El estudio Las plantas útiles del municipio de Tepoztlán, Morelos (UNAM 1990, de Ernestina Cedillo Portugal y Erick Estrada Lugo) registro este número de especies aprovechadas, lo cual refleja no solo la diversidad de los ecosistemas locales, también la larga relación y el profundo conocimiento que los habitantes tienen con su territorio.

Tepoztlán y su riqueza botánica

De las 346 plantas “útiles” (en realidad todas lo son, pero ignoramos su uso) detectadas en este trabajo, la principal categoría corresponde a plantas medicinales que se aprovechan en la medicina tradicional de Tepoztlán desde hace siglos. Algunas son hierbas, otras arbustos y árboles; en algunos casos se utiliza la planta entera y en muchos otros es un componente específico el que se aprovecha. A continuación te compartimos las diez categorías “antropocéntricas” que se utilizaron para registrar la flora tepozteca, y el número de especies de cada una:

Plantas medicinales: 152

* Por ejemplo el Palo dulce o palo azul (Ehysenhardtia polystachya), el Axihuitl (Eupetorlum aschenbomianum) o el Cardo santo (Eimum ehrenbergii).

Plantas alimenticias: 93

* Por ejemplo el tzompantle o colorín (Erythrina americana), el guamuchil (Pithecelllobium dulce), el quelite blanco (Amaranthus hybridus) o la chirimoya (Annona cherimola) entre otros, y además de múltiples hongos comestibles.

Plantas ornamentales: 62

* Por ejemplo la flor de mayo (Plomería acutifolia) y el agapando (Agapanthus africanus), entre muchas otras especies.

Combustibles: 17

* El ocote (Pinus montezumae) y el madroño (Arbutus xalapensis), además de otras.

Plantas ceremoniales: 13

* Entre estas especies, tenemos al copal cenizo (Bursera copalifera) y el blanco (Bursera glabrifolia), el cacaloxóchitl (Pfumeria rubra) y la ococxóchitl (Didymaea mexicana).

Plantas maderables: 12

Árboles como el áhuatl o encino “quiebrahacha” (Quercus rugosa) y el cuahuolote (Guazuma ulmifolia).

Especias: 8

Por ejemplo el cilantro (Coriandrum sativum) y el epazote (Dysphania ambrosioides)

Plantas para construcción: 5

Entre estas, el zopilote (Cedrela saxatilis), el cuachile o llorasangre (Bocconia arborea) y el resiliente ocotillo (Dodonaea viscosa).

Otros usos (postes, escobas, envolturas,artesanal, sombra, etc.) 37

Por ejemplo, el pochote (Ceiba aesculifolia), para artesanías, y el tehuiztle (Mimosa benthamii).

* El total de las especies, tomando en cuenta todas las categorías, fue de 405, debido a la presencia de algunas con dos o más usos.

Vale la pena mencionar que la mayoría de especies documentadas en este trabajo son silvestres. En ese sentido, no se trata de flora domesticada, sino de una forma de relacionarse con el entorno; una comunión con el territorio que lo revela vivo: cada parte de sí –para quien tenga oídos dispuestos– dice cosas. Y eso que dice se mantiene gracias a la transmisión oral de conocimiento botánico entre miembros de la comunidad y a través de generaciones. Es una diversidad que no solo se manifiesta, también hace cosas para enriquecer la vida. Es muy probable que, al reconocer ese lenguaje aparentemente oculto, los nombres y uso de estas especies, cambie tu forma de relacionarte con el municipio de Tepoztlán y todo quien lo habita.